En primer lugar porque la lógica no me gustaba. Esto parece una paradoja, (o antilogía), ya lo sé, pero no es una antinomia... Hablando claro, (ya que el nombre del blog es "Lógica clara"): parece raro dedicar tanto trabajo a algo que te gusta tan poco, pero no es ninguna tontería, porque el que algo te guste o no, suele ser en la mayoría de los casos, una cuestión de prejuicios. Y las ideas preconcebidas, casi siempre, se modifican a partir de la experiencia. En parte porque no queda más remedio, cuando estudias el grado de filosofía, en parte gracias a la ayuda de (algunos) esforzados que la enseñan con mucha paciencia y, sobre todo, por pura cabezoneria, mi relación con la lógica ha ido de menos a más, debo reconocerlo. Y no me arrepiento.
En segundo lugar porque, precisamente según mi experiencia, puedo decir que en la web no hay muchos blogs, ni páginas sobre lógica. Al menos no lo bastante claras. Es una carencia que quiero, modestamente, ayudar a solventar.
Soy un curioseador de la filosofía. Me interesa la historia de las ideas porque estoy convencido de que su estudio y análisis, en especial su lectura, nos puede ayudar a entender, al menos por encima, el estado actual de la "civilización" humana y, por extensión o por implicación, a entender mejor nuestras propias existencias individuales. Por eso decidí estudiar el grado de filosofía, (por eso y porque me divertía, que caray). Pero resulta que los estudiosos académicos de la materia (gris) filosófica, que tienen por objetivo indagar en el pensamiento filosófico, desde sus orígenes hasta hoy, o sea en el recorrido histórico del pensamiento humano, creen además, que es necesario estudiar a fondo más ámbitos diferentes de la realidad y de la experiencia. Hay que aprender acerca del conocimiento, del lenguaje, de la metafísica, de la ética, pensar sobre política y sociedad, sobre ciencia y tecnología, estética, antropología, cultura... y, ¡oh fatalidad!, hay que saber sobre lógica.
Desde una perspectiva un poco cruel e injusta, (cada vez más cuestionada), se dice que la lógica es una ciencia de carácter formal que carece de contenido porque su interés se centra únicamente en el estudio de las alternativas válidas de inferencia. Es decir, propone estudiar los métodos y los principios adecuados para identificar el razonar correcto frente al que no lo es, lo que significaría para muchos es: perder el tiempo. No estoy de acuerdo. El contenido de la lógica, y de las ciencias formales, es inefable. Y aunque la lógica solo fuese una cáscara seria una cáscara asombrosa, de infinitas resonancias, algo así como la concha vacía de una caracola, sin duda, bella por si misma y capaz de potentes sonoridades. Un artilugio fascinante, hipnótico, una actividad que habla del ser humano tanto como habla la metafísica, aunque de distinta manera, eso sí.


Todo el contenido que encontrareis aquí, está planteado como un archivo en la nube, (que es muy grande, más que cualquier disco duro), y vehiculado a través de un blog, cuya intención última es facilitar el acceso a la información, referente a la lógica, a los estudiantes y curiosos de la materia. No es un blog especializado, más allá de que se refiere a un único tema; se trata de una guia orientativa y un recopilatorio de datos de interés que pretende facilitar la tarea de búsqueda en Internet, unificando informaciones y materiales de estudio, bajo una suerte de índice general. Espero que consultarlo os resulte útil y agradable, como a mi me ha resultado hacerlo.